La persona de la que voy a hablar se llama Natividad y nació en Zaragoza, que podemos decir que es donde vivió su infancia. Sus padres eran Esteban y Dolores. Trabajaban, Dolores en casa y Esteban era albañil. La infancia de Natividad fue como la de cualquier otro niño. El mejor recuerdo que aún guarda en su mente y que será difícil de olvidar es del día de su boda y el nacimiento de sus tres hijos, y su peor recuerdo es la muerte de sus padres: Dolores y Esteban.
Su juventud la vivió en Zaragoza y se dedicaba a coser para una tienda. Aún recuerda a una de sus compañeras: Julia. Se casó y se fue de casa cuando se comprometió con Ramón, su esposo. Se seguía dedicando a coser para la tienda. Después de dejar la tienda fue niñera. En su larga vida vivó la transición a la democracia y e esos momentos sentía mucha alegría. Esos montos cree que influyeron en su vida de manera positiva.
Biografía escrita por Anabel González.
Su juventud la vivió en Zaragoza y se dedicaba a coser para una tienda. Aún recuerda a una de sus compañeras: Julia. Se casó y se fue de casa cuando se comprometió con Ramón, su esposo. Se seguía dedicando a coser para la tienda. Después de dejar la tienda fue niñera. En su larga vida vivó la transición a la democracia y e esos momentos sentía mucha alegría. Esos montos cree que influyeron en su vida de manera positiva.
Biografía escrita por Anabel González.
La persona de la que voy hablar es mi abuela, que se llama Alicia. Nació en Barbastro, el 12-febrero-1928.
Sus padres se llamaban Silvestre Espier que trabajaba de albañil y Francisca Pueyo que trabajaba de ama de casa.
Los recuerdos que tiene son muy festivos además con cinco hermanos mayores y uno pequeño no había donde aburrirse. Lo peor es que recuerda cuando su madre se puso mala con la tiricia, que en ese tiempo era una enfermedad del hígado y se tenía que poner las sondas. Cuando la veían sufrían mucho. Pero se compensa con el buen recuerdo de su primera comunión. Abandonó Barbastro a los 20 años que vino a Zaragoza con su hermana que se había quedado viuda. Se casó con aproximadamente 28 años con Enrique Encabo Montuenga, con el cual tuvo cuatro hijos y hace 3 años que falleció.
Lo que recuerda es la guerra civil española que cuando ocurrió ella tenía 8 años, y la muerte de Franco. Que tuvieron que huir al campo porque bombardeaban el pueblo durante 10 meses pero como era mucha familia no se aburrían. Franco gobernó 40 años, temían lo peor pero todo fue pacífico. Gracias a la compañía de su familia no le afecto nada.
Ahora con 80 años hace las faenas de casa y cuida de la nieta pequeña de 5 años.
Sus padres se llamaban Silvestre Espier que trabajaba de albañil y Francisca Pueyo que trabajaba de ama de casa.
Los recuerdos que tiene son muy festivos además con cinco hermanos mayores y uno pequeño no había donde aburrirse. Lo peor es que recuerda cuando su madre se puso mala con la tiricia, que en ese tiempo era una enfermedad del hígado y se tenía que poner las sondas. Cuando la veían sufrían mucho. Pero se compensa con el buen recuerdo de su primera comunión. Abandonó Barbastro a los 20 años que vino a Zaragoza con su hermana que se había quedado viuda. Se casó con aproximadamente 28 años con Enrique Encabo Montuenga, con el cual tuvo cuatro hijos y hace 3 años que falleció.
Lo que recuerda es la guerra civil española que cuando ocurrió ella tenía 8 años, y la muerte de Franco. Que tuvieron que huir al campo porque bombardeaban el pueblo durante 10 meses pero como era mucha familia no se aburrían. Franco gobernó 40 años, temían lo peor pero todo fue pacífico. Gracias a la compañía de su familia no le afecto nada.
Ahora con 80 años hace las faenas de casa y cuida de la nieta pequeña de 5 años.
Marta Encabo
